El Tolima celebra la Semana de la Seguridad Social por el goce efectivo de la salud de los tolimenses
“El sistema de salud es imposible de navegar”, “El paciente siempre es la víctima del sistema de salud”, “Se sobrevive al sistema de salud”; estas frases hacen parte de nuestra imagen (casi inamovible) del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
Pero casi nunca se escuchan reflexiones sobre los comportamientos, creencias y justificaciones que sostienen esas frases, ni mucho menos sobre la manera como cada uno de nosotros contribuye a que cobren vida; ni siquiera nos concebimos como parte del sistema. Pero sí, ¡es contigo! Precisamente, la Cultura de la Seguridad Social aspira a repensar el sistema desde una perspectiva de ‘cultura ciudadana’, y así, generar discusiones y acciones que alimenten transformaciones comportamentales para que cada uno de nosotros sea beneficioso para la salud nuestra y de los demás. Cada uno de nosotros nos comportamos según la ley, la moral (o lo que nos hace auto-regularnos desde nuestra conciencia) y la cultura (o las narrativas, expectativas y creencias que nos hacen regularnos entre nosotros).
Cuando estas tres motivaciones discrepan, se dificulta enormemente la convivencia y relación entre nosotros; lo que no es legal puede ser aceptado por cada uno de nosotros y entre nosotros, lo que es legal no lo adopta ni nuestra conciencia ni nuestras narrativas, expectativas y creencias compartidas, lo que consideramos como aceptable entre nosotros no se refleja en todos nosotros, y lo que nos dicta nuestra conciencia se tolera entre nosotros. Esto resulta en incongruencias insostenibles, como aquella en la que la ley nos exige cotizar en salud, pero nuestra evasión (por motivos personales y falta de sanción social) a esa obligación legal crea un vacío de casi 35% de la totalidad de los recursos del SGSSS; inclusive, llegamos a pensar necesitamos evadir nuestra responsabilidad de cotizar para no alimentar un sistema que nos victimiza y es imposible de navegar.
La Cultura de Seguridad Social en Salud, lejos pretender ser una cura mágica, permite diseñar estrategias que nos permitan comunicarnos de manera más intensa, cercana y cara-a-cara para disminuir encuentros desagradables u hostiles en la prestación y uso de los servicios de la salud, desbancar narrativas de amigoenemigo que hacen pensar que todos son corruptos o ineptos desde la puerta de la IPS hasta la junta directiva de la EPS resolver de manera más efectiva los conflictos por autorizaciones, referencias y trámites, y, quizás más importante, involucrar a los demás para pensar en la salud de todos y no solo la mía. Además, la Cultura de Seguridad Social en Salud es fundamental para entender que todos tenemos un interés mutuo por aprender, y por extensión, cada uno de nosotros puede enseñar y transmitir conocimiento para mejorar un sistema que, por prestar salud, es de todos y para todos.
